Toda mi vida estuve convencida de que los peruanos teníamos una alta creatividad para la ejecución de actividades que nos hacían siempre salir hacia adelante con ese “punche’’ particular que nos caracteriza. Sin embargo, lo que hicimos durante la cuarentena fue sorprendente y solo me confirmó lo ágiles que podemos ser ante un tiempo de crisis e incertidumbre.

Pese a que estamos afrontando un nuevo entorno, está demostrado que hemos redescubierto oportunidades y hemos aprendido a saber cómo afrontar esa ‘’reseteada’’ social que nos trajo la cuarentena, en donde, por supuesto, las mujeres no han pasado desapercibidas y han asumido un rol protagónico e importante para la generación de este nuevo mundo.

Un estudio peruano de Insights Cuarentena muestra que en Perú el 30% perdió el trabajo, 48% redujo ingresos, 18% siguen igual y solo un 4% aumentó sus ingresos. Además, el 88% de los peruanos encuestados dentro de este estudio está interesado en reinventarse. El 90% viene por parte de las mujeres, quienes se han visto mayormente afectadas en esta coyuntura.

Si bien, la crisis nos viene perjudicando a todos. La brecha de género en la tasa de desempleo sigue aumentando, siendo 8.7 puntos porcentuales en junio 2020 la brecha más alta desde febrero 2011. (CW ORG, DANE 2020).

Más mujeres están desistiendo de buscar empleo, principalmente por el aumento del cuidado y del trabajo doméstico. En junio del 2019, 5.49 millones de mujeres estaban en inactividad por el trabajo doméstico, comparado con 7.1 millones para junio 2020.

Preocupante ya que las mujeres reinvierten hasta el 90% de las ganancias en sus hogares, dinero que se destina a alimentos, atención médica, escuela y actividades generadoras de ingresos, ayudando a romper el ciclo de la pobreza intergeneracional.

Ciertamente, el desempleo no es lo único que incrementó en la coyuntura; Evelyn Regner, presidenta de derechos de la mujer del parlamento europeo, comenta que una de cada tres mujeres ya ha tenido una experiencia de violencia en su círculo íntimo. Cifra que se duplicó con los toques de queda. Solo en Perú el 60% de feminicidios ocurren en el hogar.

Hoy por hoy las mujeres han demostrado su don multifacético al tener que lidiar con las responsabilidades domésticas y laborales frente a una situación de incertidumbre mundial y de desventaja en todo aspecto: económico, laboral y social.

Sin embargo, lo que me llena de admiración es ver cómo, pese a estas dificultades, muchas mujeres siguen saliendo adelante, siendo la clave para el éxito ante tiempos de crisis la mezcla de un poco de creatividad, innovación, agilidad y una gran dosis de punche.

Un ejemplo tangible es el caso de Gaudencia Yupari y su hija Violeta, ambas artistas ayacuchanas, quienes se dedicaban a la exportación de pinturas y tejidos de Sarhua. Sin embargo, al llegar el Covid, todo se paralizó. Fue así como decidieron diseñar una serie de mascarillas inspiradas en los elementos de las polleras sarhuinas.

Lo más impactante no solo fue este concepto disruptivo de producto, sino que supieron adaptarse rápidamente a las nuevas tendencias de comercialización, estableciendo un canal de venta digital, dándose a conocer por redes y asociándolo a una publicidad emocional en donde buscan motivar a las mujeres ante esta adversidad y transmiten su preocupación por la violencia contra ellas y la grave situación que atraviesan al encontrarse en aislamiento con sus agresores. Capas, ¿no? ¡Marketing digital en su máximo esplendor!

Así como ellas, existen incontables casos de mujeres que se vienen reinventando ante este nuevo mundo:

Mujeres en la industria agrícola que han tenido que cambiar por completo su estrategia de distribución de productos, estableciendo una venta directa digital, considerando que ya no tienen exposición ante ferias presenciales.

Mujeres en el rubro textil y moda que han tenido que potenciar sus estrategias de marketing para considerar el canal online como principal canal de venta e implementar el delivery con los protocolos establecidos por el gobierno.

Mujeres en el rubro de la salud que han tenido que digitalizar sus metodologías de asistencia y actualmente brindan diferentes servicios por Zoom: clases de baile, deportes y hasta citas médicas.

Incluso existen mujeres que, debido a la perdida de sus trabajos, decidieron cambiar totalmente de rubro para dedicarse a generar ingresos ofreciendo lo que más les gusta hacer (llámese algún producto en específico o servicio) y volviéndose expertas en el desarrollo de nuevos negocios digitales. ‘’Se dice cuarentena, pero se lee redescubrimiento digital’’.

La pandemia nos pudo haber afectado, pero también nos ha traído ese acelerador digital que nos ha ayudado a salir de nuestra zona de confort, nos ha enseñado a luchar por nuestros sueños, a salir adelante por nosotras mismas y por los nuestros, a aprender nuevas estrategias de marketing pero sobre todo nos sigue enseñando a ser cada día más fuertes.

¡Gracias por ese punche mujer! ¡Sigamos reinventándonos!

Andrea Díaz Soria.